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Ahí te va

Algún día, en algún momento te darás cuenta de que gritar, vociferar, insultar es (querer) llamar la atención, pero incluso hay lugares más lindos para hacerlo, fíjate que, por lo menos a mí, en vez de que se me reviente el tímpano con insultos o indirectas, preferiría que me lo pusieran en un cartel en el cielo, ¿te acuerdas de lavar los platos? ¿No?  No gritar, gritar aleja a quien sea, se grita de lejos para acerca y de cerca para alejar. 

Paciencia

Íbamos caminando Bruna, Jeva y yo, vamos en orden de grandeza. La agresión y rabia (canina) va a la inversa. Se supone que así funciona. A Jeva no se le pueden acercar los perros porque los ataca con odio, Bruna los ataca con ternura. A mí ninguno de los dos porque luego termino con la cara en el asfalto. Pasamos a vivir de Condesa a San Pedro de los Pinos, en Condesa la vida es rápida, como si no hubiera mañana; en San Pedro, bueno, en San Pedro las calles son pequeñas y Bruna se antoja en hacer pipí cada dos metros, o menos. En la primera escapada de esfinteres, tapa toda la banqueta, un señor no sabe qué hacer y espera, Bruna y él cruzan miradas, ternuras en tiempos y especies distintas. Luego, el señor me ve, me dice, "¿qué más puedo hacer?" Pensé, señor, bajarse de la banqueta, pero solo sonreía. "Paciencia, es lo que más nos falta a todos" Y sigue su camino. Bruna lo ve, como entendiendo lo que dijo y mueve la cola con su rabo, también, agradece el no apuro. 

Felicidad inmediata y no tan clandestina

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Habíamos pasado por la oficina del libro par de veces, pero siempre había alguien en la entrada siempre cerrada, siempre barriendo. Y cuál La Molicie me arrepentí de entrar, el olor de los libros nunca es buen aliciente para alguien que tiene déficit de atención y mucho tiempo más por leer.  El primer día fue único y necesario para terminar de olvidar esas fotocopias de un libro que Isabel, mi amiga universitaria, nunca quiso volver a prestarme. Se estilaba, las joyas que Roberto Martínez nos hacía leer, por lo general, nunca las vendían en Venezuela. Así repasé, en par de días: Los gallinazos sin pluma, Silvio en el rosedal, La molicie todo pasaba con gusto y entraba con más por los ojos y se te clavaban en la cabeza por días. Empecé a obsesionarme. Luego, candidez, inocencia y sinceridad de su decálogo para noveles escritores, que no estaba en ese libro, en esas copias, fue donde terminé cayendo en internet y por lo que terminaron odiándome cada vez que algún amigo me pedía le leyera

El hacedor de cuentos

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Hola, Luis Enrique. Te escribo hoy porque es tu cumpleaños, porque aún me quedan letras, pero, sobre todo, algunos recuerdos por darnos, papá. Porque eras gracioso, mucho o, al menos, creativo. Podemos comenzar como todos los años por una. Hay cosas que no se olvidan, o más bien que se esconden con mucho recelo y salen de sorpresa cuando menos lo esperas. Salen como si algún día hubieran estado jugando contigo a las escondidas y se te olvidó que lo hacías y, con el paso del tiempo, él no creció, sino que se mantuvo ahí resguardado esperando a ser encontrado. Es culpa del recuerdo también que no sabe jugar.  No todo llueve sobre mojado, Luis, pero de lo que me acuerdo la última vez es que salía de la piscina. Inundado, luego de hablar con mamá, me pediste que me cambiara. Hay que irnos pronto, hazlo acá te envuelvo con esta toalla. Mientras me ponía la nueva ropa, lo vi bien, él bajo el sol incandescente de Caracas, arremolinaba la tela mojada. Toma, guárdala. Seca, más seca que nunca.

EJERCICIO

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Aunque parezca que no, se abre un ojo un microsegundo antes que el otro, izquierdo o derecho según sea el caso, luego, sin más, parpadee lo suficiente hasta que, dependiendo del horario, pueda ver la luz o intentar ubicar el interruptor. Sin embargo, para hacer el ejercicio completo, debe levantar un brazo al mismo tiempo que bosteza y se frota con el puño uno de los dos ojos dependiendo, también, cuál sea el caso. 
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No caminamos mucho, pero el sol hacía todo más difícil. Sin embargo, Tepoztlán hace todo más ligeramente más bonito, excepto el restaurante ese que desbordaba reggaetón por todos lados, apenas a las 10 am. El queso poco disfrutado, casi pasado, pero la chela fría deliciosa muy a tono con el reggaetón antes del mediodía. Luego de salir, me tomé una foto de broma, pero cuando se gritó rico, la rey-na volteó hacia el lente, por no decir que posó. 

S-T-O-P

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Aunque parece una locura porque nunca me la paso por acá,  Me doy una pausa para avanzar con prédio y rima.  Con cíclico y el padre Con A mar Con Lo que se atraviese , un poco (montón) de fotos con alguna anécdota random que les dejaré por acá.  Así como otros proyectos creativos... así que STOP, sin pelos ni peros en la lengua.  Como dirían los amigos invisibles, esperénme que vengo pronto.